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viernes, 8 de mayo de 2020

Frases De Enrique Jardiel-Escritor Y Dramaturgo Español

Frases De Enrique Jardiel: Fue un escritor y dramaturgo español. Su obra, relacionada con el teatro del absurdo, se alejó del humor tradicional acercándose a otro más intelectual, inverosímil e ilógico, rompiendo así con el naturalismo tradicional imperante en el teatro español de la época. Hoy te mostrare algunas de las mejores frases de Enrique Jardiel escritor y dramaturgo.

Frases De Enrique Jardiel



  • La sinceridad la inventó uno que quería amargarle la vida al prójimo.

  • El etcétera es el descanso de los sabios y la excusa de los ignorantes.

  • Por severo que sea un padre juzgando a su hijo, nunca es tan severo como un hijo juzgando a su padre.

  • Se llama experiencia a una cadena de errores.

  • La juventud es un defecto que se corrige con el tiempo.

  • Dictadura: Sistema de gobierno en el que lo que no está prohibido es obligatorio.

  • La medicina es el arte de acompañar al sepulcro con palabras griegas.

  • Si queréis los mayores elogios, moríos.

  • En la vida social, las conversaciones más interesantes empiezan siempre cuando tienen que concluirse.

  • La estupidez es una asociación internacional.




  • Patrimonio es un conjunto de bienes; matrimonio es un conjunto de males.

  • Viajar es imprescindible y la sed de viaje, un síntoma neto de inteligencia.

  • El abrazo de una mujer puede no dejar huella ninguna en el alma, pero siempre deja alguna huella en la solapa.

  • El fin de la religión, de la moral, de la política, del arte, no viene siendo desde hace cuarenta siglos.

  • La principal virtud del trabajo es la de hacer olvidar que se vive.

  • La sociedad es un organismo podrido que se conserva bajo el hielo de la hipocresía.

  • El amor es como las cajas de cerillas, que desde el primer momento sabemos que se nos tiene que acabar.

  • Cuando el trabajo no constituye una diversión, hay que trabajar lo indecible para divertirse.

  • El arte de hacer reír se basa en exponerse al público, cara a cara, sus propios defectos.

  • Todos los que no tienen nada que decir, hablan a gritos.