Cada hombre es un misterio impenetrable en vida y en muerte.
El amor a la vida crece en fuerza con la madurez del espíritu.
La tontería es la planta que mejor se desarrolla.
La vida ofrece a cada criatura su copa de amargura. Yo no sé si soy un estadista.
Os permito, tolero, admito, que no os importe la República, pero no que no os importe España.
A muy pocos nos importa la idea nacional, pero a qué pocos.
No quiero ser presidente de una República de asesinos.
La política republicana de izquierdas es una política tabernaria, incompetente, de amigachos.
Y si esas gentes van a descuartizar a España, prefiero a Franco.