Para que una persona se sienta responsable de sus acciones, debe sentir que la conducta ha surgido del yo.
No es tanto el tipo de persona que es un hombre, como el tipo de situación en que se encuentra.
La desaparición de un sentido de responsabilidad es la consecuencia de mayor alcance de la sumisión a la autoridad.
Puede ser que seamos títeres controlados por los hilos de la sociedad.
Pero al menos somos títeres con percepción, con conciencia.
Algún sistema de autoridad es un requisito de toda vida comunitaria, y solo el hombre que vive aislado no se ve obligado.
Es fácil ignorar la responsabilidad cuando uno es solo un eslabón intermedio en una cadena de acción.
Y tal vez nuestra conciencia sea el primer paso para nuestra liberación.
La obediencia es el mecanismo psicológico que vincula la acción individual con el propósito político.
El soldado no desea aparecer como un cobarde, desleal o anti-american.