Vivimos juntos y actuamos y reaccionamos los unos sobre los otros, pero siempre, en todas las circunstancias.
El cambio realmente revolucionario deberá lograrse, no en el mundo externo, sino en el interior.
La realidad no es lo que nos sucede, sino lo que hacemos con lo que nos sucede.
Una verdad sin interés puede ser eclipsada por una falsedad emocionante.
Cuanto más siniestros son los deseos de un político, más pomposa, en general, se vuelve la nobleza de su lenguaje.
Nunca es igual saber la verdad por uno mismo que tener que escucharla por otro.
Todos los hombres son dioses para su perro. Por eso hay tanta gente que ama a sus perros más que a los hombres.
La mayoría de los seres humanos tienen una capacidad casi infinita para dar las cosas por sentadas.
Las palabras pueden ser como rayos X si se usan apropiadamente; lo atraviesan todo.