Frases De Noel Clarasó: Fue un escritor español de variados registros y guionista de cine y televisión. Hoy te mostrare algunas de las mejores frases de Noel Clarasó escritor español.
Frases De Noel Clarasó
- Odiar es un despilfarro del corazón, y el corazón es nuestro mayor tesoro.
- En cada amanecer hay un vivo poema de esperanza, y, al acostarnos, pensemos que amanecerá.
- El que no lleva la belleza dentro del alma no la encontrará en ninguna parte.
- Cita siempre los errores propios antes de referirte a los ajenos. Así nunca parecerá que presumes.
- Lanza primero tu corazón y tu caballo saltará el obstáculo.
- Muchos desfallecen ante el obstáculo; son los que no han lanzado primero el corazón.
- El hombre se dedica a desear en voz alta aquello que jamás se esfuerza en alcanzar.
- Ningún tonto se queja de serlo: no les debe ir tan mal.
- El amor es ciego, pero los vecinos no.
- Viajar sólo sirve para amar más nuestro rincón natal.
- La medicina es el arte de disputar los hombres a la muerte de hoy, para cedérselos en mejor estado, un poco más tarde.
- El cuerpo, si se le trata bien, puede durar toda la vida.
- El hombre que hace la felicidad de una mujer es un hombre ejemplar.
- Tratarse mal sin enfadarse es una de las mayores delicadezas de la verdadera amistad.
- Si el objeto de tu vida es tu propia felicidad, cásate con una mujer que no piense igual.
- Basta un poco de espíritu aventurero para estar siempre satisfechos.
- Hacer compañía consiste en añadir algo a las vidas de los demás, y en hacer que ellos se sientan cómodos.
- El sol, el agua y el ejercicio conservan perfectamente la salud a las personas que gozan de una salud perfecta.
- Todo el mundo cuenta como ganó sus primeras 100 pesetas; nadie cuenta como ganó el último millón.
- La política es el arte de obtener dinero de los ricos y votos de los pobres.
- Empieza por no tratarte con tus vecinos.
- Siempre es tiempo de hacer una excepción.
- La amistad supone sacrificios, y solo el que está dispuesto a hacerlos sin molestia comprende la amistad.
- Una de las leyes fundamentales de la cortesía es la resistencia al primer impulso.