El alma más fuerte y mejor constituida es la que no se enorgullece ni se enerva con sus éxitos.
El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender.
No nos cansemos de hacer el bien a nuestros semejantes.
Quien tiene muchos vicios, tiene muchos amos.
La muerte de los jóvenes constituye un naufragio. La de los viejos es un atracar en el puerto.
El sabio sólo usa la dureza contra sí mismo, y es amable con los demás.
No se encuentra mayor distancia de un animal a otro que de un hombre a otro.
La lectura hace al hombre completo, la conversación lo hace ágil, la escritura lo hace exacto.
No puede ejecutar cosas grandes el que tiene su atención en las pequeñas.