Una de las cosas que aprendí cuando estaba negociando era que hasta que no me cambiara a mí mismo, no podía cambiar a otros.
En el universo hay mundos innumerables y yo aún, no he conquistado uno solo.
No hay nada imposible para aquel que lo intenta.
La gloria corona las acciones de aquellos que se exponen al peligro.
El cielo no puede tolerar dos soles, ni la tierra dos amos.
Al final, cuando todo se acaba, lo único que importa es lo que has hecho.
Preferiría vivir una vida corta y llena de gloria, que una larga sumida en la oscuridad.
De la realización de cada uno, depende el destino de todos.
Ahora que las guerras están llegando a su fin, deseo que ustedes sean capaces de prosperar en paz.
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