Odiar es un despilfarro del corazón, y el corazón es nuestro mayor tesoro.
En cada amanecer hay un vivo poema de esperanza, y, al acostarnos, pensemos que amanecerá.
El que no lleva la belleza dentro del alma no la encontrará en ninguna parte.
Cita siempre los errores propios antes de referirte a los ajenos.
Lanza primero tu corazón y tu caballo saltará el obstáculo.
El hombre se dedica a desear en voz alta aquello que jamás se esfuerza en alcanzar.
Ningún tonto se queja de serlo: no les debe ir tan mal.
El amor es ciego, pero los vecinos no.
Viajar sólo sirve para amar más nuestro rincón natal.
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